Tantas veces escuchamos que “el dinero no trae la felicidad”, y cosas como esa... ¿por qué no poner atención a esa frase? La respuesta es simple, no ponemos atención a nuestra vida, muchas personas tienen un concepto de vida formado por otros y no por ellos mismos, entonces, ¿dónde quedan sus sueños? ¿Son realmente suyos? Muchos nacen, crecen y mueren sin haber vivido, y peor aún, sin saberlo. Otros creen simplemente que vivir es sinónimo de sufrir, que la vida tiene que ser dura para que valga la pena, escuché que dicen que sentir dolor nos recuerda que estamos vivos... ERROR.
Otros solo esperan “la otra vida” y dejan pasar esta sin penas ni glorias, otros se pasan dañándose y dañando todo lo que los rodea con la excusa de que no valen nada y ya no hay nada que hacer, viviendo así en un mundo de mentiras, de soledad y frustración, otros simplemente se limitan a no sentir nada... tal vez por miedo o por ignorar lo verdaderamente maravillosa que es la vida. Pero cada forma de vida no es más que una elección. Las personas espirituales (estrellas fugaces) tienen conciencia de lo inmenso e increíble que es vivir de verdad, no solo respirar y comer, son conscientes que la verdadera felicidad esta dentro de cada uno, no afuera, no en lo exterior, no en las cosas materiales, no en forma de dinero. Y lo afirmo, está dentro de cada uno, el secreto es mirar la vida, amarla, logrando fusionarla con plena paz, lograr así que la mente cambie profundamente pasando por un proceso de transformación único, que no es fácil de lograrlo pero una vez que lo hace la sensación es indescriptible y todo lo que vemos, hacemos, decimos y pensamos... cambia, y lo hace para bien... sientiéndote tan vivo, tan feliz de poder estar consciente de tu propia existencia.
Cuando logramos escucharnos realmente y limpiamos nuestro ser de todas las ataduras de una sociedad muerta, hipócrita y consumista, es ahí cuando empezamos a vivir realmente, cuando empezamos a formar desde lo profundo de nosotros mismos nuestras propias ideas, nuestros propios deseos, sueños, proyectos. Pasamos de “estar vivos” a vivir verdaderamente, porque vivir no es estar entre las sombras escondido del mundo, no es vivir en soledad en un mundo interior de fantasía, es el AQUÍ, AHORA Y REAL. Absolutamente todo es inmenso y hermoso, el viento, el frío, la lluvia, el sol, la noche, el día, la soledad, las personas, los pensamientos y las experiencias, la oportunidad de despertar todos los días, de abrir los ojos, de respirar, de amar, de tener un mundo inmenso y maravilloso (a pesar de los abusos de la humanidad) en el cual vivir, de tener sueños, de tener salud, de tener vida, cuando logramos ver y agradecer por esos detalles tan importantes, podemos decir que vivimos verdaderamente. Al mirar nuestra vida con amor, al amarnos sinceramente a nosotros mismos y al mirar con amor todo los que nos rodea, sin etiquetas, sin falsa moral, sin esa ridícula “forma de actuar” que nos impone el mundo sin vida en el que se maneja la sociedad. Porque somos libres de elegir como actuar, como vivir, como sentir...pero de la misma manera tampoco podemos manejar las consecuencias de nuestras elecciones ni evitar que nos dañen, solo podemos vivir de la mejor manera posible por nosotros mismos, dar todo el amor que podamos, aprender de las malas experiencias y evitar dañar a los demás.Y de esa manera nacemos como una estrella fugaz... nace del amor por uno mismo y por la vida...y TODOS podemos serlo tomando conciencia de eso te conviertes en una estrella para todos los que te rodean, porque la fuerza vital de tu interior se expande por todo tu ser como una luz de vida, la paz te gobierna, y la vida brilla con un resplandor único y real…
Esta es la forma en que todas las personas pasan por tu vida.
